Instalaciones

CASA DEL MÉDICO

La conocida Casa del médico se encuentra integrada en el conjunto del Balneario de Marmolejo y es un edificio de finales del siglo XIX que albergó un centro hidroterapéutico y de baños en sus inicios. Además, toma su nombre actual por haber albergado la consulta del médico que prescribía a los agüistas la forma en que debían tomar las aguas de los distintos manantiales en función de sus dolencias o enfermedades. Tras una reforma integral llevada a cabo en 2018 y respetando siempre su primitiva edificación, hoy podemos encontrar el Centro de interpretación donde conocer la época de esplendor del Balneario de la mano de célebres personalidades como Charles Chaplin, Ramón y Cajal o Imperio Argentina.

Despacho del médico

En la primera planta del centro de interpretación del Balneario de Marmolejo se ubica una reproducción exacta del despacho y consulta del médico que recetaba la forma y dosis en que debían tomarse las aguas mineromedicinales del propio Balneario. En el actual despacho encontramos una gran variedad del instrumental médico de la época (finales del siglo XIX).

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Sala de audiovisuales

El Balneario de Marmolejo es el prototípico balneario decimonónico en el que la alta sociedad de nuestro país se daba cita. Personajes ilustres, ministros, científicos, artistas…, todos ellos se vieron seducidos por el ambiente de sofisticación y la calidad de las aguas que manaban de sus fuentes.
Lejos de ser un museo o centro de visitantes más, el Balneario ha recuperado los testimonios de aquellos personajes que hasta aquí acudieron. A través de las nuevas tecnologías, los nuevos visitantes pueden conversar con los ilustres y antiguos agüistas, conocer sus motivaciones, la historia del lugar y del municipio.
También se exponen piezas y objetos de colección como antiguas botellas, etiquetas, acciones, recetas y otros documentos históricos.
Los recursos audiovisuales 3D nos permiten contemplar la evolución arquitectónica del edificio, conocer sus magníficos jardines y, por supuesto, su historia.

Bibliografía

– TISSOT (1778). Tratado de las enfermedades más frecuentes de las gentes del campo. Madrid: Imprenta Pedro Marín.
– EL CONDE DE LINIERS, EL DOCTOR THEBUSSEM (1893). La vida del Aguanoso. Imprenta Litinica.
– MANZANEQUE Y MONTES MANUEL (1926). Estudio clínico de las aguas medicinales de Marmolejo. Madrid: imprenta y encuadernación Julio Cosano.
– MANUEL MÉNDEZ GONZÁLEZ. Balneario de Marmolejo. Padilla libros, editores y libreros.
– GABRIEL DE LA PUERTA Y RÓDENAS, Edición 2007, Análisis química y memoria de las aguas alcalinas de Marmolejo. Extramuros Edición SL

MANANTIALES

Las aguas del Balneario de Marmolejo se explotan desde la romanización hispánica, aunque tomaron fama cuando a finales del siglo XIX se construyera el actual edificio que alberga los tres manantiales, San Luis, Buena Esperanza y Fuente Agria, y fueron declaradas de utilidad pública en 1816 y mineromedicinales en 1869.

Se trata del Balneario de mayor renombre de la zona y a lo largo de su historia ha obtenido premios en las Exposiciones Universales de París, Londres o Chicago.

Durante su época de máximo esplendor, a comienzos del siglo XX, acudieron a beber sus aguas las principales personalidades de España, como Armando Palacio Valdés, Ramón y Cajal o Charles Chaplin. Estas aguas son biocarbonatadas, ferruginosas e indicadas para las enfermedades del hígado, aparato digestivo y renal.

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Información sobre las aguas mineromedicinales

El Balneario de Marmolejo es el de mayor renombre de la provincia de Jaén y aprovecha tres manantiales denominados de San Luis, Buena Esperanza y Fuente Agria con un caudal promedio de 0’5 litros por segundo. Estas aguas, muy apreciadas como bebida por los agüistas, son fundamentalmente sulfatadas sódicas y biocarbonatadas ferruginosas.

Las propiedades terapéuticas de estas aguas minerales se deben a las sales y gases disueltos que contienen y a elementos imponderables que a menudo no se pueden medir en el laboratorio.

Cuando hablamos de las Aguas del Balneario de Marmolejo nos referimos a tres manantiales en concreto. Cada uno está indicado para unas dolencias determinadas: el manantial de Buena Esperanza, para las enfermedades renales (nefritis, cistitis, glomeronefritis…) e hipertensión; la Fuente Agria, para las enfermedades del hígado, las vías biliares (hepatitis, insuficiencias hepáticas, coledisquinesias, colelitiasis…) y del aparato digestivo (gastritis, estreñimiento, dispepsias intestinales…); y, por último, el manantial de San Luis está indicado para todo tipo de anemias, trastornos metabólicos (diabetes, uricemia, colestrinemia…) y todo tipo de enfermedades de la piel.

Terraza /Cúpula-mirador

Las terrazas del edificio donde se ubican los manantiales cuentan con fantásticas zonas para la observación de la flora y la fauna de la Sierra de Marmolejo y del río Guadalquivir, además de las diferentes perspectivas que encontramos del Puente de San Bartolomé. Se trata de un lugar idóneo para descansar y disfrutar de la naturaleza marmolejeña, ya sea con un buen libro o simplemente desconectando de la ajetreada vida urbana.

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BAR-ASADOR TERRAZA BALNEARIO

Les ofrece sus carnes a la brasa ibéricas del valle de los Pedroches. Podrán encontrar chuletones, entrecot, solomillo de la mejor ternera, así como pluma, presa, lagarto, abanico o secreto de cerdo ibérico entre otras.
Además podrá elegir entre más de 90 raciones de todo tipo, entre ellas, las más demandas son: el rabo de toro, las gambas rebozadas, el tradicional flamenquín y nuestra variedad de croquetas.
Contamos con un paraje privilegiado para celebraciones como comuniones, bautizos, bodas e incluso reuniones personales o laborales.
Un lugar totalmente idóneo para disfrutar de la tranquilidad y la desconexión.

Horario:
– Invierno: de 10h a cierre – De lunes a domingo (excepto martes, cerrado por descanso)
– Verano: de 20h a cierre – De lunes a domingo (excepto martes, cerrado por descanso)

Teléfono de reserva y contacto :
636 772 720  /  672 779 288

Puntos de interés

TRANVÍA

Con el fin de salvar los dos kilómetros existentes entre la localidad y las instalaciones del Balneario, la Sociedad de Aguas de Marmolejo, que dirigía a comienzos del siglo XX el establecimiento, decidió encargar en 1909 el proyecto para la instalación de un tranvía de sangre (de tracción animal) al ingeniero Manuel García Briz Molano.

Aunque la concesión fue aprobada en 1914 mediante Real Orden, el tranvía de Marmolejo empezó a funcionar en 1916 con el siguiente recorrido: plaza Central, calles Arroyo, Jesús y Calvario hasta llegar al Balneario.

Posteriormente se amplió hasta abarcar también el Hotel de los Leones, en la calle La Fonda (actual calle Palacio Valdés). La vía era de ancho métrico y la tracción era animal: dos caballos o mulas tiraban del tranvía en la ida y en el trayecto de vuelta (en rampa ascendente) se reforzaba con dos animales más.

Había dos servicios de ida y vuelta por la mañana y otros dos por la tarde. Los precios eran de 0,30 pesetas un viaje y si este era completo (ida y vuelta), 0,40 pesetas. Las cocheras estaban al final de la calle Calvario, en un edificio que aún se conserva hoy. El cese de la actividad se produjo con la Guerra Civil y después no se recuperó nunca.

En las instalaciones se reproduce una réplica exacta de un vagón tipo Falcon, Realizada por el Ayuntamiento de marmolejo siguiendo los planos originales del proyecto y se encuentra apoyada sobre los raíles originales.

DIOSA NEREIDA

Se trata sin duda de la escultura más importante y de mayor valor sentimental del patrimonio artístico de Marmolejo.

Esta escultura de bronce se conoce popularmente como Diosa Higea, ya que, durante muchos años, su origen ha estado oculto y su similitud con esta deidad griega de la salud y la medicina sirvió como referencia. Sin embargo, se trata de una figura que alude a una nereida, ninfa del Mediterráneo.

En el año 2018, gracias a una profunda restauración, apareció una inscripción bajo varias capas de pintura que desvelaron su procedencia: la fundición francesa Val D´Osne. Su ideólogo y escultor fue el artista Mathurin Moreau y llegó a Marmolejo a finales del siglo XIX para ocupar un lugar central en el Balneario. Se conoce una copia en bronce en el Museo de Saint-Dizier (Francia).

PUENTE DE SAN BARTOLOMÉ

Magnífica obra de ingeniería renacentista que data de la segunda mitad del siglo XVI. Ubicado junto al Balneario de Marmolejo sobre el río Guadalquivir, su construcción se inició en el año 1550 a expensas de los propios vecinos y bajo las órdenes del maestro de cantería Benito del Castillo. El objetivo de este puente era enlazar el núcleo urbano de Marmolejo y las zonas de vega con la sierra. Debido a una serie de avatares y problemas en su construcción, las obras no finalizaron hasta el año 1587.

El puente tiene una orientación noreste-sureste. Está formado por siete ojos, dos de ellos de mayor anchura que los otros, y su fábrica está compuesta de aparejo regular de sillares de piedra rojiza, que en esta zona se llama piedra azucareña. Tiene un total de 129m de longitud, 7,25m de anchura del tablero y 24m de amplitud de luz en el arco mayor.

Consta de 2 fases, la primera es la original, del siglo XVI, de estilo renacentista, se corresponde con el actual tramo septentrional, más elevado debido al desnivel existente entre ambas orillas.

Está formado por los tres arcos de medio punto mayores. La segunda se corresponde con la parte meridional y fue ejecutada en la segunda mitad del siglo XIX, tras el derrumbe parcial del puente por la crecida del río.

Su nombre se debe a que, en las bases de las dos pilas de la bóveda principal, aparecieron unas cartelas con la inscripción “San Bartolomé” y otra con la fecha de su terminación, 1578. El 6 de octubre de 2011, La Junta de Andalucía inscribió este monumento, junto con el Balneario y sus jardines en el catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, y con la tipología de “Sitio histórico”.

AVIARIO

Históricamente, en el Balneario de Marmolejo siempre ha habido jaulas con aves de corral y pavos reales que han sido el entretenimiento, sobre todo, de los más pequeños.

Desde el año 2017, una pareja de pavos reales (Esperanza y Luis), no han dejado de procrear hasta alcanzar un gran número de pavos que hoy podemos ver en este aviario. Además, también podemos disfrutar de gallinas, gallos, perdices, faisanes, codornices, pavos comunes, ocas o patos.

RÍO GUADALQUIVIR

El caudal del Guadalquivir a su paso por Marmolejo suele ser de 200 metros cúbicos por segundo, condicionado por la construcción en los años 60 de la Presa de Valhondillo y el Embalse de Marmolejo.

Sin embargo, en los años muy lluviosos, el caudal puede llegar a superar los 1.500 metros cúbicos, y el Balneario, situado en pleno cauce del río, queda completamente sumergido por las aguas.

Gracias a la última reforma integral llevada a cabo en el año 2018, el edificio de los manantiales del Balneario de Marmolejo queda cerrado herméticamente ante las crecidas del río por un sistema de bunkerización y con ello los manantiales quedan a salvo de los inconvenientes de la crecida.

JARDINES DEL BALNEARIO

Escalinatas

Uno de los lugares con más historia dentro de los Jardines del Balneario son las Escalinatas, que se ubican en la zona meridional y consta de unos nueve metros de altura.

Esta obra de ingeniería está realizada en piedra de cantería y permite enlazar el acceso original al Balneario a pie con la zona ajardinada.

En la actualidad la portada de esta construcción se ubica en plena carretera A-420. Justo al otro lado de esta vía se planificó a comienzos del siglo XX la construcción del Hotel “La Paz”, un proyecto que fue finalmente descartado y del que se conserva una porción de mortero para cimentación.

Palomar

Otro elemento imprescindible en el jardín del Balneario es un antiguo palomar de grandes dimensiones y planta cuadrangular con cubierta a dos aguas. Posee un cuerpo central elevado a modo de torreón en el centro con cubierta a cuatro aguas, construido en ladrillo rojo macizo y mampostería enlucida y encalada.

La fachada se encuentra enmarcada por un zócalo bajo de ladrillo y falsas pilastras en las esquinas del mismo material.

Otros recursos

En los jardines del Balneario persisten elementos estructurales para el riego de las plantas. A lo largo de esta zona verde se pueden observar diversas arquetas construidas en ladrillo macizo y mampostería de planta rectangular o circular y de las que parten conducciones cerámicas que servían primitivamente para la conducción de agua.

Para ello se construyeron dos balsas, una de planta cuadrangular y de mampostería enlucida, comunicada con otra menor situada al norte y conocida como el Albercón, construida en altura para ganar presión.

Esta última consta de unos tres metros de altura y está construida en mampostería enlucida y cuenta con varios contrafuertes que le otorgan un aspecto característico desde la lejanía. Asimismo, existe otra pequeña balsa de riego en altura, dispuesta junto a los restos de un antiguo invernadero.

PERSONAJES ILUSTRES

Los jardines presentan un camino principal y varios senderos que, unidos a las distintas fuentes y puentes que salvaban varios arroyos, recorren esta zona verde del balneario. A lo largo de estos senderos encontramos las figuras de los personajes ilustres que en su época de esplendor visitaron como agüistas el Balneario de Marmolejo.

Estas esculturas están realizadas en acero y todas ellas tienen en sus manos uno de los objetos más característicos de los agüistas, la famosa vasera. Las personalidades que podemos encontrar en los jardines del Balneario de Marmolejo son:

ARMANDO PALACIO VALDÉS

Fue un afamado escritor y crítico literario de finales del siglo XIX. Su nombre está íntimamente ligado a Marmolejo, ya que hizo famoso el municipio cuando ubicó en el Balneario la acción principal de su obra “La hermana San Sulplicio”. Conocía bien el municipio, ya que era asiduo en la toma de las aguas y solía pernoctar en algunos de los diez lujosos hoteles existentes en la localidad.

EDUARDO LEÓN Y LLERENA

Fue un político liberal español, abogado y senador vitalicio. En 1883 compra por subasta pública la explotación de las aguas mineromedicinales de Marmolejo con el nombre de “Establecimiento de Aguas y Baños Medicinales Naturales de Marmolejo”.

Llevó a cabo tres nuevos sondeos que darían lugar a los actuales manantiales: Fuente Agria, San Luis y Buena Esperanza. Se construyó una galería de acceso a los manantiales y varios edificios más, así como un gran jardín de nueve hectáreas. León y Llerena no solo mejoró las infraestructuras, sino que las publicitó por distintos lugares del mundo, lo que permitió que las aguas ganasen premios en las exposiciones universales de Londres, Chicago o París.

Decidió quedarse a vivir en Marmolejo, en la conocida casa de La Aviadora, más conocida entonces como La Meca por la gran cantidad de personajes influyentes que se alojaron allí.

ISABEL DE BORBÓN, LA CHATA

Isabel de Borbón y Borbón, conocida popularmente como La Chata por gozar de gran simpatía y un carácter campechano, fue hija de Isabel II y hermana de Alfonso XII y desde su nacimiento fue tratada como Princesa de Asturias.

Su visita a Marmolejo, concretamente al Balneario para tomar sus aguas mineromedicinales, fue en 1915. Fue una de las estancias que más fama dio al Balneario, ya que también atrajo a empresarios y políticos al lugar para buscar la influencia de la Casa Real. Tras ello, además, la Real Botica del Palacio de Madrid inició su contacto con el Balneario de Marmolejo a petición del doctor Pascual Candela, que desde ese mismo día, ordenó que la Infanta Isabel debía tomar en las comidas una botella de cuarto litro de Agua de Marmolejo. Los empleados de la Casa Real viajaban periódicamente desde Madrid a Marmolejo para envasar las aguas lo más frescas posibles para la Infanta, además se solicitó que estas botellas tuviesen cierre automático.

 

MAESTRO VALLEJO

Francisco Vallejo Torres, conocido popularmente como el Maestro Vallejo nació en la vecina localidad de Andújar y llegó a Marmolejo con 12 años. Su familia se dedicaba al modelado y cocción de la cerámica y él adoptó como profesión este arte. Su taller se convirtió en la época de esplendor del Balneario en uno de los lugares más concurridos de Marmolejo para disfrutar de una buena tertulia. Todos los agüistas se acercaban para verlo trabajar y participar en una de sus sustanciosas conversaciones.

Después de una vida rica en producción artística murió sin hijos, casi inesperadamente a los 62 años. Su taller cesó entonces toda actividad al no haber transmitido su arte a ningún miembro de la familia. Las personas que visitaban su taller quedaron inmortalizadas en el libro de firmas que poseía, en el que también se plasmaban artículos, poesías o dibujos de los ilustres visitantes.

MARIANO PARDO, “DOCTOR THEBUSSEM”

Doctor en Jurisprudencia, apenas ejerció la abogacía durante un corto periodo de tiempo. Gracias a su holgada economía pudo dedicarse a lo que le apetecía: escribir.
Publicó más de 130 obras, casi todas en ediciones privadas que él mismo editaba en su sótano para regalarlas a sus amigos.

Todas sus creaciones tenían un marcado tono de humor e ironía. Otra de sus aficiones era cartearse con personajes de medio mundo. Tal era su afición a la filatelia que fue nombrado primer cartero honorario de España y las Indias. Viajaba con frecuencia al Balneario de Marmolejo, donde acudía para reponerse de sus dolencias estomacales y para visitar a sus amigos con los que se reunía en el taller del Maestro Vallejo.

Con dos de sus amigos escribe “La Vida del Aguanoso”, un libro que fue publicado en el año 1893 y describe en tono poético y humorístico el paso de un agüista por Marmolejo y los efectos iniciales de las aguas del Balneario. El libro gozó de gran popularidad en su época, por la fama y las amistades de sus autores.

 

HERMANOS ÁLVAREZ QUINTERO

Serafín y Joaquín Álvarez Quintero nacieron en Utrera en 1871 y 1873, respectivamente, pero pronto se instalaron en Sevilla, donde se dedicarían a lo que más les gustaba, escribir. En sus obras retrataron el costumbrismo andaluz con más de 200 obras teatrales y algún que otro guion de película, lo que hizo que se ganaran un nombre y una reputación que los llevó hasta Madrid, donde estrenaron numerosos sainetes. Algunas de sus obras más conocidas son “El ojillo derecho” o “Mariquilla terremoto”.

Fueron asiduos agüistas del Balneario y su relación con Marmolejo también quedó retratada en el libro de firmas perteneciente a Francisco Vallejo, donde se puede apreciar una dedicatoria al propio maestro artesano.

CHARLES CHAPLIN

Fue un actor, compositor, productor, guionista y director, considerado el mayor exponente del humor del cine mudo. Debutó a los 7 años en los teatros de variedades ambulantes, donde su familia trabajaba. A los 21 años decide trasladarse a Estados Unidos donde se introduce en la creciente industria cinematrográfica.

Su paso por la villa de Marmolejo se conoce gracias al autógrafo que plasmó y podemos encontrar en el libro de firmas del Maestro Vallejo.

LA HERMANA SAN SULPICIO

Es un personaje protagónico de una novela literaria de finales del siglo XIX escrita por Armando Palacio Valdés. En esta obra, editada en dos volúmenes, se ubica en buena parte en el Balneario de Marmolejo y describe una localidad idealizada por el autor.

Fue traducida a diferentes idiomas, se llevó al teatro y, posteriormente, al cine mudo y también al sonoro. La versión muda fue rodada en el propio Balneario.

La obra trata sobre un médico y poeta gallego llamado Ceferino Sanjurjo que acude al Balneario de Marmolejo a beber las aguas para curarse de sus dolores. Paseando por los jardines conoce a una novicia muy hermosa conocida como la Hermana San Suplicio y queda prendado de ella. Descubre que, aunque le faltan dos meses para renovar sus votos y convertirse en monja, ha sido obligada por sus padres y entonces decide conquistarla.

Gracias a esta obra el Balneario de Marmolejo alcanza más fama, ya que muchos de los visitantes que acudían a beber las aguas lo hacían por conocer mejor el lugar donde se rodó esta película.

 

RAMÓN Y CAJAL

Santiago Ramón y Cajal fue un médico español, especializado en histología y anatomía patológica. Recibió el premio Nobel de Medicina en 1906. Humanista, además de científico, está considerado el líder de la llamada Generación de Sabios.

Fue un asiduo agüista y de las visitas de Ramón y Cajal al Balneario de Marmolejo se guarda una curiosa anécdota: cuando Ramón y Cajal acudía al Casino de Marmolejo solía pasarse las horas sentado en una mesa solo.

Los camareros siempre se quejaban de él porque, cuando se marchaba, tenían que ir con agua y jabón a limpiar la mesa que había dejado llena de “garabatos”. Aquellas inscripciones no eran otra cosa que bocetos del sistema nervioso y de la estructura de las neuronas, con los cuales ganó el premio Nobel de Medicina.

 

GENERAL SERRANO

El General Serrano fue conocido como el “Duque de la Torre”. Nació en Isla de León, Cádiz, y fue hijo de un destacado militar y pariente de la nobleza. Fue militar y político español. El puesto más destacado que ocupó fue el de Regente del Reino de España durante el Gobierno Provisional. Residió en Jaén durante largas temporadas y visitaba muy a menudo Marmolejo por varias razones. Una de ellas, para visitar a su sobrina que estaba casada con Eduardo León y Llerena.

Por otro lado, visitaba el municipio para beber las aguas mineromedicinales prescritas por el médico del Balneario, para tratar sus dolencias.

En aquella época, por su vinculación con Marmolejo, la Corporación Local le puso el nombre de “Duque de la Torre” a la actual calle el Arroyo.

 

JOSÉ ZORRILLA

Fue un escritor español. Después de abandonar su carrera universitaria, alcanzó fama en Madrid tras leer unos versos propios en el entierro de Larra.

Escribió numerosas leyendas, en las que resucita la España medieval y renacentista y que constituyen lo más perdurable de su producción. Zorrilla inició su producción teatral y alcanzó su primer éxito con El zapatero y el rey. En estas obras trata temas tradicionales, aunque también escribió tragedias a la manera clásica.

Se vincula con Marmolejo y el Balneario por sus visitas para tratar sus problemas de salud con las aguas minero.